Este comercio surge como negocio debido a la desesperación de algunos que ven como peligra su vida.
La desesperación y el miedo hacen a los seres humanos capaces de cualquier cosa. Cuando está en juego tu vida, o alguién a quien quieres, es más dificil pensar acerca de si lo que vas a hacer es lo justo o es éticamente correcto.
Cuando dos formas de desesperación se encuentran es cuando se llega el pacto. Me explicaré mejor poniendo un ejemplo: un hombre que no posee recursos para alimentar a su familia lo que busca es dinero. ¿Quién se lo puede proporcionar? Alguien de una clase pudiente al que no le funciona bien el hígado y que necesita un transplante urgente para poder vivir. Es un intercambio en el que los dos acaban ganando: uno consigue los recursos que buscaba y el otro evita la muerte. Esto pasa cada día en varios países del mundo, sobre todo, en paises empobrecidos.
Pero reflexionemos un instante, ¿es justo que se salve una persona con dinero que otro que carece de posibles? ¿Somos tan poco humanos que permitimos que el que tiene se salve y el que no dispone de dinero no?
Esta situación hipotética (real, en muchas ocasiones) sería en el mejor de los casos porque es aceptado, pero existen en el mundo casos de raptos de gente por parte de las mafias para quitarles sus órganos y venderlos.
También, aunque con menos frecuencia, pero podría darse el caso de que mediante sobornos se consiguiese avanzar posiciones en la lista de transplantes, esto puede ocurrir en países donde la sanidad no tenga tan controlado este tema.
Por un lado me parece bien juzgar y penar a las mafias y gentes que sacan provecho de otras. Pero no se qué decir de las clases pudientes que necesiten comprar órganos.
Personalmente ante tal situación no sé que es lo que haría, no me parece justo ni moral pero comprendo la postura de aquél que pueda permitírselo y lo haga.
Pedro Basalo
Curso 2009/2010, 1º Bacharalato
IES Carlos Casares