domingo, 24 de octubre de 2010

“ Tauromaquia, ¿tradición o negocio?”

Éste es uno de los temas que desde su aparición ha peleado por su aceptación legal.
Aquí divergen dos posturas:

La favorable, desde mi punto de vista un atraso. Sus partidarios se aferran a las ganancias que produce y a su papel como una tradición conservada. También argumentan en su defensa que preserva la raza del toro de Lidia y además crea empleo. Si el toreo se prohibiese todo eso desaparecería.

Respecto a esto hay que aclarar que, para algunos expertos, el toro de Lidia no conforma una raza. Esto sería un invento para dotar de prestigio a dicha actividad.
La opuesta, que sostiene que es un acto vandálico que muestra nuestra escasa empatía y respeto hacia los animales.

Si otras costumbres fueron censuradas ¿porque ésta es diferente? En un país desarrollado como el nuestro, en el que los derechos humanos son indiscutibles e insustituibles, parece increíble que se infrinjan los derechos básicos de un animal.

¿Necesitamos ver que somos los más fuertes, los dominantes, los que imponen su ley como ocurría en la prehistoria? Ensañarnos con un animal, ¿es eso lúdico?

La postura pasiva ante el tema es bastante frecuente. Entran en este colectivo las personas que no lo condenan por ser una tradición que sobrevive al paso del tiempo.

La verdad, no encuentro sentido a “celebrar” estas masacres. Parece que queremos presumir de lo poco civilizados que somos. Queremos progresar, pero con impedimentos como éste no será fácil. Como decía Quevedo: Poderoso caballero don Dinero.

Hemos de preguntarnos si realmente este material efímero está por encima de los valores morales y éticos que debería ostentar un ser humano. Creía que la diferencia entre animales y humano era que nosotros pensábamos y sabíamos diferenciar el bien del mal, permítanme dudarlo.


Pedro Basalo
Curso 2009/2010, 1º Bacharalato
IES Carlos Casares


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